Introducción
¿Alguna vez has oído hablar de la idea de que solo usamos el 10% de nuestro cerebro? Esta es una creencia común que ha sido desmentida por la ciencia. Sin embargo, todavía hay muchas preguntas en torno a cuánto de nuestro cerebro usamos y qué pasaría si pudiéramos usar más. En este artículo, exploraremos el tema de utilizar el 100% de nuestro cerebro, desde el porcentaje que usamos actualmente hasta las posibles consecuencias de usar más.
¿Cuál es el porcentaje de uso de nuestro cerebro?
Aunque la idea de que solo usamos el 10% de nuestro cerebro es un mito, no utilizamos todo nuestro cerebro al mismo tiempo. De hecho, utilizamos diferentes partes de nuestro cerebro para diferentes tareas. Por ejemplo, utilizamos el lóbulo frontal para planificar y tomar decisiones, mientras que el lóbulo occipital se encarga de procesar la información visual.
En general, se estima que utilizamos alrededor del 20% de nuestro cerebro en un momento dado. Sin embargo, esto varía dependiendo de la tarea que estemos realizando. Por ejemplo, si estás resolviendo un problema matemático complejo, es probable que utilices más de tu cerebro que si estás viendo televisión.
¿Qué pasaría si usamos el 100% del cerebro?
La idea de utilizar el 100% de nuestro cerebro ha sido popularizada por películas como “Lucy” y “Limitless”, en las que los personajes adquieren habilidades sobrehumanas gracias a su capacidad de utilizar todo su cerebro. Sin embargo, esto no es realista.
En primer lugar, no está claro qué significa utilizar el 100% de nuestro cerebro. Como mencionamos anteriormente, utilizamos diferentes partes de nuestro cerebro para diferentes tareas. No hay una parte de nuestro cerebro que no estemos usando en absoluto.
Además, nuestro cerebro tiene una capacidad limitada. Si utilizáramos todo nuestro cerebro al mismo tiempo, probablemente estaríamos abrumados y no podríamos procesar la información de manera efectiva. De hecho, algunas personas que tienen convulsiones epilépticas en ambos hemisferios cerebrales deben someterse a una cirugía para desconectarlos, lo que les permite funcionar mejor.
¿Qué porcentaje de su cerebro usó Albert Einstein?
Se ha dicho que Albert Einstein utilizó más del 10% de su cerebro, lo que lo hizo excepcionalmente inteligente. Sin embargo, esto también es un mito. No hay evidencia de que Einstein utilizara más de su cerebro que cualquier otra persona.
De hecho, la inteligencia no está directamente relacionada con el tamaño o la actividad del cerebro. Hay muchas personas con cerebros más grandes o más activos que Einstein que no son tan inteligentes. La inteligencia depende de muchos factores, incluyendo la genética, el medio ambiente y las experiencias de vida.
¿Qué pasa si usamos el 20% de nuestro cerebro?
Si bien es poco probable que usemos el 100% de nuestro cerebro, ¿qué pasaría si pudiéramos utilizar más que el 20% que usamos actualmente? Aunque no hay una respuesta definitiva a esta pregunta, algunos estudios sugieren que podríamos mejorar nuestras habilidades cognitivas y tener una mejor memoria y capacidad de aprendizaje.
Por ejemplo, un estudio publicado en la revista “Neuron” en 2012 encontró que los ratones que se sometieron a entrenamiento mental intensivo tenían más conexiones neuronales y un mejor rendimiento cognitivo que los ratones no entrenados. Los investigadores sugieren que este mismo principio podría aplicarse a los humanos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el entrenamiento mental no es lo mismo que usar todo nuestro cerebro al mismo tiempo. El entrenamiento mental implica el enfoque en tareas específicas para mejorar habilidades cognitivas específicas.
¿Qué pasa si usamos el 100% del cerebro en la película?
En la película “Lucy”, el personaje principal adquiere habilidades sobrehumanas después de tomar una droga que le permite utilizar el 100% de su cerebro. Sin embargo, esta idea es pura ficción. Como mencionamos anteriormente, no hay evidencia de que sea posible utilizar el 100% de nuestro cerebro, y mucho menos de que esto nos permita adquirir habilidades sobrehumanas.
Además, la película presenta una imagen inexacta del cerebro humano. En la película, el personaje de Lucy adquiere habilidades como la telepatía y la telequinesis, que no tienen base científica.