Anuncios

¿Qué pasa si la subasta no cubre la deuda?

Introducción

Cuando un deudor no cumple con sus obligaciones financieras, puede enfrentarse a una subasta judicial para pagar la deuda que ha adquirido. En este proceso, se venden los bienes del deudor para cubrir la deuda, pero ¿qué sucede si la subasta no cubre la deuda? En este artículo exploraremos todas las posibles situaciones y consecuencias que pueden surgir cuando una subasta no cubre la deuda.

Anuncios

¿Cuándo se suspende una subasta judicial?

Existen diversas situaciones en las que una subasta judicial puede ser suspendida. Entre ellas, podemos destacar las siguientes:

Conciliación

Si antes de la subasta, el deudor y el acreedor llegan a un acuerdo y se realiza una conciliación, la subasta se suspende.

Embargo

Si el bien que se va a subastar ha sido embargado por un tercero, la subasta se cancela.

Desistimiento del acreedor

En algunos casos, el acreedor puede desistir de la subasta y cancelarla.

Anuncios

Falta de postores

Si en la subasta no hay ningún postor interesado en el bien que se ofrece, se cancela la subasta.

¿Qué pasa si una subasta finaliza sin pujas?

Si una subasta finaliza sin que haya pujas, el bien se declara desierto. En este caso, el acreedor puede solicitar una nueva subasta y, en algunos casos, puede reducir el precio de salida para atraer a más postores. Si en la segunda subasta tampoco hay pujas, el bien puede ser adjudicado al acreedor por un precio menor al valor de mercado.

Anuncios

¿Quién se hace cargo de las cargas en una subasta?

Las cargas son los gastos que se derivan de la propiedad del bien que se va a subastar. Entre las cargas más comunes se encuentran los gastos de comunidad, el IBI, las facturas de luz, agua y gas, entre otros. En una subasta judicial, el comprador se hace cargo de estas cargas a partir del momento en que se adjudica el bien. Por lo tanto, es importante que el comprador tenga en cuenta estas cargas antes de presentar una puja.

¿Quién se hace cargo de la hipoteca en una subasta?

En una subasta judicial, el bien que se va a subastar puede tener una hipoteca pendiente. En este caso, el comprador se hace cargo de la hipoteca si su puja es superior al importe de la hipoteca. Si la puja es inferior al importe de la hipoteca, el comprador solo se hace cargo de la cantidad que se ha subastado y la hipoteca pendiente queda en manos del deudor.

Embargos posteriores a la subasta

En algunos casos, después de la subasta, puede haber un embargo posterior sobre el bien subastado. Si esto ocurre, el comprador no es responsable de este embargo, ya que la propiedad ya ha cambiado de manos. En este caso, el embargo recae sobre el deudor y no sobre el comprador.

Conclusión